Estoy tomando mis pastillas y me siento muchísimo mejor. Ayer volví al colegio y la estoy pasando muy bien con los niños, especialmente con Alonso. Hoy escribiré el último episodio de su historia.
El día lunes le dije a Alonso que lo había extrañado mucho y el me miró como diciendo : "otra vez me fastidia esta pesada". Ese mismo día lo comencé a acariciar en su cabecita y él se dejó. Llegó incluso a pedirme que le corrigiera los ejercicios de su hoja ( antes tapaba el papel con sus manos cuando me acercaba).
Hoy se portó muy bien , quizá por ello al despedirme le pedí con un gesto un besito en la mejilla . Como se hizo el indiferente volví a poner mi dedo en la mejilla. Al ver que seguía negándose le dije : "Alonso, si no deseas darme un besito no te obligaré, es tu decisión". Entonces me miró y me dijo : "ah ya" como si recién se diera cuenta de lo que quería y me estampó un besito en la mejilla.
No sé cómo he llegado al punto de decir que Alonso me ha dado un abrazo y un beso, prefiero no racionalizar mucho sobre el hecho y simplemente disfrutarlo. Creo que podría jurar que hasta su mirada ha cambiado y se ha vuelto menos agresiva.
Saludos,
Natalia