Ayer tuve un día muy hermoso. Tuve dos y hasta tres grandes satisfacciones que quiero compartir. La primera fue en el "expediente A", sí, en el caso Alonso, el niño que les había contado se comportaba siempre mal en clases , gritaba y sobre todo , jamás se dejaba tocar o abrazar. Desde hace unas semanas , comencé a corretearlo por el colegio, él "huía" de mi y nunca se dejaba alcanzar. Cuando lo llamaba era como si no me escuchara.
El día de ayer decidí ir un paso más allá. Con ayuda de un alumno , cogí a Alonso, el cual se retorcía como un pulpo y prácticamente terminamos tirados ambos en el suelo, mientras yo lo acariciaba diciéndole "te quiero mucho, te quiero mucho". En clase, dije que Alonso era un niño dulce , inocente, bueno y tierno con un tono socarrón. Cuando alguien me dijo que Alonso lo estaba fastidiando, yo respondí que no, que esa era la forma que Alonsito tenía de dar afecto (dije todo esto en tono irónico).Alonso no supo si reír o molestarse.
En eso quedó el episodio, cuando a la hora de salida, vi una carita que estaba tratando de llamar mi atención. Inmediatamente, pedí perdón a Luis (mi tutor) y comencé a perseguir a Alonso, pero me di cuenta que no podría ir muy lejos, pues mis cosas y mi tutor estaban en el salón. Desesperada, abrí los brazos y le dije :" Alonso, no me vas a dejar así". Alonso me miró , puso una muequita como diciendo :"ay , no me queda de otra" , se me acercó corriendo y...me abrazó.
En eso quedó el episodio, cuando a la hora de salida, vi una carita que estaba tratando de llamar mi atención. Inmediatamente, pedí perdón a Luis (mi tutor) y comencé a perseguir a Alonso, pero me di cuenta que no podría ir muy lejos, pues mis cosas y mi tutor estaban en el salón. Desesperada, abrí los brazos y le dije :" Alonso, no me vas a dejar así". Alonso me miró , puso una muequita como diciendo :"ay , no me queda de otra" , se me acercó corriendo y...me abrazó.
Fue un abrazo rápido pero no rígido como el primero.Sentir sus manitas alrededor de mis brazos fue una experiencia que nunca olvidaré. Me sentí feliz, sí, feliz y agradecí a la vida por permitirme saborear ese momento.
Gracias por darse un tiempo y entrar a mi blog.
Saludos,
Natalia.
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