viernes, 7 de enero de 2011

Inception

Go forwards, always down and never left or right.
Instrucciones de Dédalo a Ariana para transitar en el laberinto.

In dreams you´re mine all the time 
Roy Orbinson 

Imaginemos un mundo en el que robar e insertar ideas a través de los sueños sea posible: este es el escenario que nos describe Inception, film que nos lleva un paso más allá de lo real y que nos describe los interiores del subsconsciente. En él, la fina línea que separa la realidad de la ficción y el pasado y del presente se diluye. En consecuencia, aquel que ingresa en sus misterios debe permanecer fiel a lo que existe pues corre el peligro de quedar atrapado como un insecto en las oscuras y poderosas redes de lo irreal.

El sueño es real

Cobb es un experto ladrón onírico al cual se le solicita introducir una sola idea en la mente de un determinado sujeto, a cambio de la posibilidad de retornar junto a sus hijos. Es un hombre inteligente y astuto, sin embargo tiene un pequeño problema: en sus sueños comparte momentos de gran ternura y pasión con su fallecida esposa Mal, la que al conocer todos los detalles de la mente de su esposo, no pierde la oportunidad de intervenir perversamente en su trabajo. 

Cobb acepta la misión e inicia la inserción de ideas en la mente de su víctima, aún sabiendo que en su mente los recuerdos matan y confunden su presente. Convoca a un equipo con el que espera lograr la hazaña de crear tres niveles de sueño en el durmiente y convencerlo de que la idea del último nivel de sueño es genuina y real. Dentro de este equipo, se encuentra Ariana, la cual gracias a su intuición descubre las torturas por las que está pasando Cobb y le recuerda que es necesario que inicie un descenso a su interior y se desprenda de lo que más ama para volver a la realidad. 

Inception nos hace comprender que la “vida” no sólo podría ser ese suspiro doloroso que experimentamos día a día sino también un sueño placentero e irreal, lleno de recuerdos y cerca a todo lo que amamos. ¿Qué valor tendría la “realidad” en este tipo de existencia? ¿No sería el dormir un “despertar”? ¿Acaso no importa más la consciencia y sus tribulaciones y aprendizajes que lo que suceda materialmente con un cuerpo dormido? 

Inception también nos brinda imágenes de lo que constituye la profundidad de nuestra psiquis, en donde la irracionalidad es la que nos gobierna casi sin darnos cuenta. Un recuerdo, un amor o simplemente la culpa pueden ser lastres escondidos en el laberinto de nuestro interior. Lo terrible es que muchas veces estos obstáculos están tan escondidos o tan unidos a nuestro ser que liberarnos de ellos, sin destruirnos, nos parece imposible.

Teseo y Minotauro

Por ello, es vital recordar a Teseo y al minotauro. El primero, gracias a la bola mágica de hilo que le dio Ariana, pudo entrar al laberinto y encontrar y destruir a la bestia. No debió ser fácil para él entrar a ese dédalo pero, ya sea por sus ganas de gloria, por su sed de sangre, por sus ansias de Ariana o por su necesidad de ver el cadáver al fin indefenso del monstruo, logró enfrentarlo y aniquilarlo. Buscar motivaciones y aferrarnos a ellas, quizá sea la forma de acabar de una vez con nuestros temores más profundos. 

Saludos,

Natalia.

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