lunes, 13 de diciembre de 2010

Río místico

Una vez que algo se introduce en la mente, se queda ahí para siempre.

Dave, Río Místico.

En un suburbio estadounidense, tres muchachos de clase media Jimmy, Sean y Dave pasan sus ratos libres jugando al baseball y haciendo pequeñas maldades. Un día Sean, el más rebelde del grupo, invita a sus compañeros a grabar su nombre en un poco de concreto fresco asegurándoles que es una buena forma de estar en ese lugar “para siempre”. Jimmy y Sean logran inmortalizar ese momento aún inocente de su juventud mas no así Dave, el cual sólo logra colocar las dos primeras letras de su nombre, pues dos tipos lo secuestran, abusándolo.

Veinticinco años después Katie, la hija de Jimmy, es brutalmente asesinada. Jimmy ama a su hija más que a nada,quizá tal vez porque cuando Katie era tan sólo una niña y su madre moría de cáncer, él no pudo protegerlas por encontrarse en la cárcel. Amor basado en la sensación de ser los únicos seres en el mundo, rechazados, indeseados e incapaces de tolerar la soledad.

Sean es ahora un policía dedicado a cazar parias y enviarlos a la cárcel. Realiza su trabajo con la triste certeza de saber que los muertos que ajusticia seguirán muertos y que por cada criminal atrapado surgirá otro más astuto en las calles. Al descubrir que el arma que mató a Katie perteneció a un tal Ray, se dedica a obtener más datos sobre ésta.

Por su parte, Dave ha creado una torre de naipes que se derrumba la misma noche que Katie es asesinada, noche en la que llega a casa excitado y con las manos llenas de sangre. Todo indica que ha cometido un crimen salvaje que trastornará su simple y feliz vida conyugal, que pondrá en duda su frágil identidad y que lo vinculará a la muerte de Katie.

Las investigaciones continúan y Sean, guiándose por una intuición y perspicacia inquietantes, descubre que el dueño del arma fue también aquel que murió junto al río místico por haber delatado a Jimmy y por haberle impedido estar junto a su mujer y su hija. Río por cuya vertiginosa corriente se desvanecen las evidencias de todos los crímenes, río que lava las culpas y la sangre, que bautiza a los cadáveres en sus oscuras profundidades y que permite a todos los hombres ser puros y buenos de nuevo.

Sin embargo, un suceso inesperado nos hará dudar sobre cuán infalible es este río, si acaso puede encubrir los errores humanos, calmar todas las almas, purificar más de una vez los pecados, o si su fuerza se limita a ocultar y encubrir las miserias y a brindar un mediocre consuelo a quienes acuden a su cauce.

Con impresionantes actuaciones de Sean Penn y de Tim Robbins, Río místico es un film que nos lleva a discurrir sobre la naturaleza indestructible del pasado y su infinita forma de retornar en los momentos menos esperados. Asimismo, nos hace reflexionar sobre la fragilidad de aquello a lo que nos aferramos y sobre si es realmente posible la redención en el fluir de la vida humana.

 



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