Para aquellas personas que suelen ser escépticas o para aquellas a los que los rezos y todo tipo de experiencia sobrenatural o divina sea ajena, Octubre puede ser una buena y divertida forma de ingresar al mundo misterioso de los rituales y los milagros.
Octubre, película peruana de los hermanos Vega, refleja este tipo de experiencias en un contexto de pobreza, usura y fe . Porque la fe en encontrar un marido y algo de dinero es algo que no abandona nunca a Sofía, personaje que vendiendo sencillos turrones y realizando rituales teístas , eróticos y cotidianos- rezos a la divinidad, brebajes de “agüita de calzón” y llenado de crucrigramas- intenta alcanzar lo que al parecer, el azar le arrebata.
En estos rituales quizá insensatos, envuelve también a Clemente, personaje amoral e indiferente que sólo busca deshacerse de la niña que le han dejado en la puerta de su casa, lucrar con sus préstamos y lograr orgasmos con las prostitutas pagadas con el producto de sus mezquinas ganancias.
El personaje de Clemente sufrirá transformaciones, pero lo más impactante en esta película no es esta especie de redención - que por cierto, se da en medio de hilarantes situaciones, como las del sórdido canto de "happy birthday "con un anciano y su también anciana e inconsciente esposa como únicos invitados-sino más bien la representación de todo el universo mágico y espiritual que manifiesta el ser humano y el retrato de esa parte del Perú en donde aún las tradiciones cuentan y en donde la modernidad parece no haber hecho gran mella. Universo que necesita de un soporte material , llámese velas, imágenes, procesiones, turrones, bebida; un halo de respeto hacia lo incomprensible y mucha esperanza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario